Paola Edith - Capítulo 7: Incertidumbre


Capítulo 7

Incertidumbre





Jueves 28 de enero, 10PM



Querido diario:


Ya te habrás dado cuenta que soy incapaz de escribir semanalmente como me lo había prometido, pero bien sabes que mis motivos son válidos.
Este mes fue caótico, casi no he dormido hasta el día de la prueba para ingresar a la compañía del Teatro Cenegal. Mitad por nervios, mitad por exceso de práctica, hoy sufro de un terrible dolor en la columna que solo se me quita a fuerza de hacerme bolita sobre la cama.
Para completar el panorama, tuve que aprender a solucionar problemas en mi inodoro y mi lavarropas porque no tenía dinero para llamar a un técnico.






¿Y por qué no tenía dinero? Porque tuve que comprar un vestido para la presentación. 
Los dueños del Teatro Cenegal y los jefes de la compañía no solo juzgarían mis capacidades musicales, sino también mi presencia en el escenario, así que Judit, Jhonny y Joaquín me aconsejaron ir vestida de gala. 
Compré, de cualquier manera, el vestido más sencillo que encontré, porque tampoco es cuestión de fingir un estilo que no tengo. Nunca me ha gustado llamar demasiado la atención con la vestimenta, basta con vestirse acorde al lugar y la ocasión por una cuestión de respeto al evento. Eso es lo que siempre decía la abuela, y yo siempre estuve de acuerdo.

La presentación fue el martes pasado. Sofía, Miko y Akira me acompañaron para darme confianza. Anika no pudo ir porque no estaba en la ciudad. 
 





¡No sé si alguna vez he estado tan nerviosa en mi vida! Pero por suerte la interpretación salió muy bien. Creo que soy de esas personas que son más “efectivas” bajo presión.

Luego de oírme tocar, Judit, Jhonny y Joaquín hablaron con su jefe. Él los escuchó atentamente y luego se retiró sin decirme una palabra. Aún no sé el resultado de la presentación y esa actitud no me da muchas esperanzas, pero pasado el momento de tensión fuimos al bar del teatro y me dijeron que no me lo tome muy a pecho, que su actitud se debía simplemente a que estaba cansado de que los aspirantes no se tomaran en serio el trabajo y eso lo hacía tener cierto recelo a ilusionarse, pero que sí estaba conforme con mi desempeño.
Así que bueno, habrá que esperar y no desesperar.



De cualquier manera, aunque no haya obtenido una respuesta inmediata de parte de la compañía, llegué a casa habiéndome quitado un peso de encima. Lo peor ya había pasado y probablemente dormiría como un bebé esa noche (de hecho así fue). Lo único que opacó el momento fue encontrarme con toda la basura desparramada en la vereda… Alguien debería haberme filmado juntándola y vestida de gala. 
No sé quién habrá sido el bromista, no hay muchos niños en el barrio, y tampoco mapaches u otros animales que pudieran haberlo hecho en busca de comida, pero espero que no vuelva a ocurrir porque me dio mucho asco devolverla a su sitio.


¡Ah! Hay algo que olvidé contarte. De tanto estudiar música, tocar instrumentos y cantar, me sentí preparada para empezar a componer, y desde hace un par de meses he estado trabajando en una canción. Es una balada con guitarra que cuenta una historia de amor, ¡y ya envié el correo para licenciarla! Espero tener la suerte de que algún cantante famoso quiera interpretarla, así podré ganar algo de dinero extra.


¿Sabes qué más me olvidaba de contarte? Que anoche soñé que Akira y yo nos casábamos en un salón de fiestas precioso que hay en Windenburg. Tuve la oportunidad de visitarlo una vez con la abuela, que fue invitada al casamiento de la hija mayor de la familia para la cual trabajaba, y quedé enamorada del lugar. 
Yo llevaba un vestido rosa pálido y él un impecable traje negro. No había invitados, pero sí una pianista que tocaba una bella melodía para acompañar la ceremonia. No era nadie conocido, no la he visto en mi vida, pero llevaba puesto el vestido que compré para la presentación en el teatro… ¿Qué significará soñar con gente que no conocemos? ¿Será que nuestra mente se inventa esos rostros o será algo más espiritual? 
Desgraciadamente olvidé la melodía apenas me desperté. Me hubiese encantado reproducirla y licenciarla también. Era preciosa.





Fue un sueño muy bonito, me hizo pensar en la posibilidad y notar que no me da miedo que suceda. Yo sé que aún soy chica para un compromiso tan grande, no estoy pensando en casarme ahora (además tengo otras prioridades), pero al menos sí noté que lo que siento por Akira es real.

En fin, aquí estoy, a la espera de una respuesta de parte de la compañía del teatro y con pocas ganas de volver a la cafetería mañana. ¡Deseo con todo mi ser no volver a ver esa mugrosa cafetera de Tutankamón!, aunque reconozco que voy a extrañar el aroma a café recién molido que me acompañó en mis últimos amaneceres si tengo que dejar el trabajo.


¡Ah! Me olvidaba de otra cosa. ¡Tengo un pececito! Le he llamado Fígaro.
En realidad fue un rescate, porque lo vi en la tienda en una pecera muy descuidada, como si fuese un florero más adornando la estantería detrás del mostrador, y me animé a preguntarle al dependiente si me lo regalaba. Por suerte dijo que sí, así que ahora tendrá una mejor vida. 
¿Por qué será que la gente tiene mascotas que no quiere cuidar? Necesito que alguien me dé una explicación lógica sobre eso…







Comentarios

  1. porque son unos idiotas que piensan que las mascotas son juguetes y una vez se aburren de ellas las olvidan.

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